Entonces entendí.

Se sentó en la mesa del café Fede, sintió el aroma, tomó un sorbo y luego dijo:

Iba por la vida, mirando sin observar hasta que una pequeña partícula de luz y esperanza pasaron por los espejados conflictos que bañan mis pensamientos; comencé a ver lo cotidiano, lo pequeño - y no por eso menos importante - de la vida. Entonces entendí...


Entonces entendí... que uno cuando vé a una mujer con su niño en brazos, no cede su lugar por respeto o por "deber moral"; sino que ve en esos ojos brillosos del pequeño cuan si fueran cristales, un mundo ideal, una vida celeste con sabor a felicidad... Ve los anhelos personales trasladados a una futura realidad.

Entonces entendí... que uno no se percata por la existencia de otros seres mas pequeños, como una hormiga o una polilla quizás; es que vivimos tan pendientes de nuestro mundo, de nuestras vidas que creemos tener asegurado un futuro eixtencial divino, eterno. No nos percatamos de que cada ser vivo, es escencia nuestra, y que nosotros somos paciencia de ellos.

Entonces entendí... Mirarse al espejo, no es mirar la superficie de tal esperando una aprobacion de nuestra imagen; es comprender cada particula que refleja nuestra imagen, es comprendernos a nosotros mismos en un (seguramente) dia agitado; no es "dejar una huella en la vida" sino, ser una huella en la vida de los demás; es ser capaz de amar lo bueno, y ser bueno al intentar amar.

Entonces entendí... que los espejismos no son un deseo plasmado y confundido con la realidad, no son imágenes falsas y ficticias conviviendo con nuestro ser; son deseos naturales de verdad, deseos de un ser supremo (que hasta parece ser igual a nosotros) que aparece para alentar cuando todo está perdido; no son mas que esperanzas y ansiedad propia del ser humano por intentar llegar, por ver mas allá de lo que pocos verán.

Entonces entendí... que los problemas no son problemas; solo son la mala interpretación interficticia entre nuestra realidad y aquello a lo queremos llegar; que un problema en nuestro mundo son un abanico de oportunidades, suertes, coincidencias o sincronicidad; que problemas nunca faltan y regla para ello no hay, solo sonreirle al alma para alimentarla con estabilidad.

Entonces entendí... Mirar la sonrisa de los niños no es un organizador para su evolución, no es mas que algo propio de su edad; mirar la sonrisa de los niños, es ver un nirvana invadiendo nuestro ser, nuestra esencia. Es ante todo, un amor sincero: Sin contaminación artificial, sin lágrimas por desperdiciar; son un puñado de alegria con una pizca de sal, intentando ser receta para nuestra humanidad.

Entonces entendí... Buscar un alma gemela por mas que insista, casi no parece real; mas facil encontrar amigos, conservar amigos, valorar amigos. Pues lo místico de un angel no son sus alas sino su propia bondad.

Entonces entendí, que después de comprender todo esto no soy mas que una diminuta partícula de aire queriendo formar parte de una montaña llena de tierra; tierra formada por emociones, sueños, dolores, ilusiones, fantasía y amores. Complejizada por la duda ante la verdad, por la ambición ante la conformidad, por la individualidad antes que la hermandad... Porque a fin de cuentas sigo siendo un hombre.

Fede.

3 comentarios:

  1. Anónimo8:26

    Gracias por esta contemplación, percepción unitaria.

    juancqui

    ResponderEliminar
  2. Anónimo13:13

    Mas de 100 palabras, mas de 100 motivos para no cortarse de un tajo las venas.
    Mas de 100 pupilas donde vernos vivos, mas de 100 mentiras que valen la pena ...

    Cuando lo leí me hizo acordar a ese tema de Don Joaquin, gracias fede!!

    Ivana.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo11:14

    Me gustó mucho. Tiene algo de la mistica oriental pero puesta acá, el momento de la iluminación, la contemplación, la verdadera naturaleza de las cosas...

    ResponderEliminar