Se sentó en la mesa del café Bruno, sintió el aroma, tomó un sorbo y luego dijo:
Generaciones ofuscadas
se oyen gritos de rebelión
de unos pocos, solo aquellos
que tuvieron educación.
Generaciones ofuscadas
se oyen gritos de desesperación
de unos cuantos, todos ellos
a quienes la herramienta para luchar
se les negó.
Para luchar sin armas,
en una guerra de poderes,
quienes no se educan
son rehenes.
Rehenes de un fusil y un cañón.
Rehenes de una droga o el alcohol,
una imágen y una pilcha john le cok.
No son dueños de su libertad,
quienes fueron ultrajados
creciendo solo con una cara
de esta sádica sociedad.
se oyen gritos de rebelión
de unos pocos, solo aquellos
que tuvieron educación.
Generaciones ofuscadas
se oyen gritos de desesperación
de unos cuantos, todos ellos
a quienes la herramienta para luchar
se les negó.
Para luchar sin armas,
en una guerra de poderes,
quienes no se educan
son rehenes.
Rehenes de un fusil y un cañón.
Rehenes de una droga o el alcohol,
una imágen y una pilcha john le cok.
No son dueños de su libertad,
quienes fueron ultrajados
creciendo solo con una cara
de esta sádica sociedad.
Bruno.
A eso llamo yo bronca entendida y justificada.
ResponderEliminarAhora la hermosa meta que tenemos entre manos, es educar a quien no fue educado, hablçandole su mismo idioma, para que aprenda a diferenciar las personas: en quienes puede confiar y en quienes quieren ganarse su confianza por convenciencia.