Se sentó en la mesa del café Pepe Pipón, sintió el aroma, tomó un sorbo y luego dijo:
Yerras mujer cuando crees que tus senos valen oro y tu cerebro unos peniques.
Nunca sigas a aquella muñequita de plástico esmaltado,
que su piel y su cuerpo dorado comen cuerpos y mentes adorados.
Nunca aspires a ser un maniquí sin corazón,
nunca viva una vida sin razón.
Nunca escupa a las razones del amor.
Si supiera cuanto amor nace del barro…
Si algún día me la cruzo por la calle,
viva una vida intensa y fuerte, con mucho de saber y una pizca de glamour.
Si las cosas se dan vuelta intente de volver,
busque en el camino más difícil y la hermosa realidad a su vida acudirá.
Nunca sigas a aquella muñequita de plástico esmaltado,
que su piel y su cuerpo dorado comen cuerpos y mentes adorados.
Nunca aspires a ser un maniquí sin corazón,
nunca viva una vida sin razón.
Nunca escupa a las razones del amor.
Si supiera cuanto amor nace del barro…
Si algún día me la cruzo por la calle,
viva una vida intensa y fuerte, con mucho de saber y una pizca de glamour.
Si las cosas se dan vuelta intente de volver,
busque en el camino más difícil y la hermosa realidad a su vida acudirá.
Pero no dude en pedirme que la lleve de la mano,
con gusto de mi mano le daré.
con gusto de mi mano le daré.
Pepe Pipón.
Oiga, que bonito....
ResponderEliminarMuy llevadero de leer, y despojado de palabras sueltas... muy lindo realmente.-
Me gustan éstos textos donde la gente no se tutea, será por costumbre o no se que pero tiene un cierto toque que los hace mas apetecibles.-
Un abrazo y se me cuida.-
Es precioso!! el valor de las pequeñas cosas que nacen del barro y hacen que todo lo demás este bien, me hace pensar en eso al leerlo.
ResponderEliminarGracias por este poema!!
Gracias por el elogio. Muy lindo el cafe literario, una gran idea.
ResponderEliminarSaludos y muchas gracias por permitirnos a todos un espacio de expresion.
Pepe Pipon