Mujer de vidrio.


Se sentó en la mesa del café Pepe Pipón, sintió el aroma, tomó un sorbo y luego dijo:


Yerras mujer cuando crees que tus senos valen oro y tu cerebro unos peniques.
Nunca sigas a aquella muñequita de plástico esmaltado,
que su piel y su cuerpo dorado comen cuerpos y mentes adorados.
Nunca aspires a ser un maniquí sin corazón,
nunca viva una vida sin razón.
Nunca escupa a las razones del amor.
Si supiera cuanto amor nace del barro…

Si algún día me la cruzo por la calle,
viva una vida intensa y fuerte, con mucho de saber y una pizca de glamour.
Si las cosas se dan vuelta intente de volver,
busque en el camino más difícil y la hermosa realidad a su vida acudirá. 
Pero no dude en pedirme que la lleve de la mano,
con gusto de mi mano le daré.

Pepe Pipón.

3 comentarios:

  1. Oiga, que bonito....

    Muy llevadero de leer, y despojado de palabras sueltas... muy lindo realmente.-

    Me gustan éstos textos donde la gente no se tutea, será por costumbre o no se que pero tiene un cierto toque que los hace mas apetecibles.-

    Un abrazo y se me cuida.-

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  2. Es precioso!! el valor de las pequeñas cosas que nacen del barro y hacen que todo lo demás este bien, me hace pensar en eso al leerlo.

    Gracias por este poema!!

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  3. Anónimo14:14

    Gracias por el elogio. Muy lindo el cafe literario, una gran idea.
    Saludos y muchas gracias por permitirnos a todos un espacio de expresion.
    Pepe Pipon

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